y la tierra tembló por última vez, mientras los Paautin salían con arcos y flechas a luchar por la dignidad de su haruwen. las mujeres entonces cubrían los ojos de sus hijos menores, mientras que los ya crecidos estaban obligados a observar la escena para aprender de una vez, que las ofensas se deben vengar.
el cielo se oscureció... y nuevas voces volverían a clamar en Tierra del fuego.
El aspecto general del Ona impresiona gratamente, pues se presenta como un hércules sano y ágil, y esa impresión se acentúa al ver su porte altivo, su arrogancia, la mirada franca con que exterioriza la plena confianza que en sí mismo tiene y el convencimiento de su propio valer... Hay individuos, entre los hombres y las mujeres , que comparados con los de cualquiera otra región del globo, no hallarían entre los competidores muchos que los sobrepasaran en hermosura y corección de formas...
